
La última plegaria de Ghandi Ya te sientas fatigado o no ¡oh hombre!, no descanses; no ceses en tu lucha solitaria, sigue adelante y no descanses. Caminarás por senderos confusos y enmarañados y solo salvarás unas cuantas vidas tristes. ¡Oh hombre!, no pierdas la fe, no descanses. Tu propia vida se agotará y anulará, y habrá crecientes peligros en la jornada. ¡Oh hombre! soportas todas esas cargas, no descanses. Salta sobre tus dificultades aunque sean más altas que montañas, y aunque más allá solo haya campos secos y desnudos. ¡Oh hombre!, no descanses hasta llegar a esos campos. El mundo se oscurecerá y tú verterás luz sobre él y disiparas las tinieblas. ¡Oh hombre!, aunque la vida se aleje de ti, no descanses. ¡Oh hombre!, no descanses; procura descanso a los demás (Esta oración fue hecha en la mañana del 15 de Enero de 1948; a las 5:15 de la tarde de ese mismo día, murió asesinado, repitiendo: ¡Hai Rama! –¡Oh, Dios!-)